Hugo Ramírez

martes, 25 de octubre de 2011

¡Hola! ¿Cómo están?

¡Hola! ¿Cómo están? Hace mucho tiempo que no escribo en mi blog personal, y la verdad es que no he tenido tiempo para hacerlo, entre buscar los recursos económicos para sacar adelante a mi familia, y luchar con todas mis fuerzas por hacer crecer a la iglesia en la que sirvo de forma parcial a Dios, aunado a que después de un año de haber estado hospitalizado (y de gravedad) por primera vez en mi vida, y a ocho meses de mi operación de vesícula (también es mi primera operación) sigo cuidando muchos detalles para la conservación de mi salud, como análisis médicos, consultas mensuales, cuidado de hábitos alimenticios adecuados para mi cuerpo, y haber empezado a estudiar un doctorado en ministerio a través del internet, escribir en el blog de la iglesia, y ahora escribir semanalmente en el blog del ministerio de los Centros de Atención Familiar y Espiritual de la misma, la verdad, no he tenido tiempo.

Muchas cosas han pasado seguramente desde que escribí en mi blog hace meses, cosas llenas de gozo -y de reflexión- como que mi hijo menor Yaasiel Enrique ya está estudiando su primer año de Ing. en Computación en la UNAM, específicamente en CU, y de que mi hijo mayor ya está a unos meses de terminar su Lic. en Comunicación en la Universidad Panamericana, y que ya está empezando a trabajar en su proyecto de producción cinematrográfica, sí muchas cosas, han pasado y las que me llenan de gozo y orgullo solamente me hacen exclamar ¡Gracias Dios! ¡Gacias, por ser nuestro Padre amoroso!

Lo que se me entristece, me enoja y me preocupa es la situación actual de la iglesia, aunque debo aclarar que hay iglesias ejemplares e inspiradoras, en general hay crisis en la iglesia, y sobre todo en la presbiteriana, lo que me entristece es que no se depende plenamente de Dios, aunque digan que sí, sus frutos no lo muestran; lo que me enoja es como se lastima a la iglesia, sí los congregantes, ellos son la iglesia, pues los poderosos solo cuidan seguir teniéndo poder, control y el dinero en sus manos; y lo que me preocupa es que nadie hace nada, y los que intentan hacer algo son sacrificados por la indiferencia de la mayoría y por la apatía de los que saben lo que es correcto, junto que el cinismo de quienes teniendo la responsabilidad del servicio nacional, por cuestión de imagen, no escuchan a Dios y mucho menos le obedecen.

Cada día oro a Dios agradeciéndole por esas cosas buenas que me regala y clamando por aquella cosas que desde mi punto de vista muy personal considero están terribles, hace unos días leí un pasaje que seguramente has leído una y otra vez como yo, pero ese día en particular me alumbró enormemente, Mateo 5:11 dice que nos debemos sentir completamente felices cuando por luchar por la causa de Jesús nos calumnien, nos ataquen, nos persigan, intenten acabar con nosotros, pero la última frase fue la que me llamó fuertemente la atención, dice "MINTIÉNDO", los que no buscan realmente que la causa de Jesús sea una realidad en la iglesia atacarán a aquellos que buscan que sí lo buscan, mintiéndo, como no tienen ninguna acusación real, su recurso es inventar mentiras ¿será que tendrán por Padre, al padre de toda mentira?

Ánimo hermanos y hermanas, ánimo pastores y pastoras del pueblo de Dios, sigamos luchando por la causa de Jesús, no por nuestra causa, sino por la causa de Jesús, buscándo el Reino de Dios y su justicia, no nuestra justicia, sino la justicia del Reino de Dios, no nuestra gloria sino la Gloria de Dios y para Dios.

Por eso te pregunto ¿Cómo estás? Yo estoy bien gracias a Dios, ¿En que te puedo ayudar? Quizá no pueda hacerlo en la forma en que me gustaría, pero puedes contar con que oraré por tí, agradeciéndo a Dios por tu vida y minsterio y clamándo a Él te bendiga enormemente cada día... 

lunes, 15 de noviembre de 2010

EL MILAGRO DE MI SALUD.


Cuando salí del hospital ahí estaba Dios esperándome en la puerta de salida, junto con algunos hermanos y hermanas que iban a visitarme, y esperaron a que saliera para orar juntos, entre ellos un amigo pastor y exalumno mío y de mi esposa.

Me sentía demasiado débil y confundido, no sabía que tenía, podía ser hepatitis B o C, cirrosis o cualquier otra cosa que los médicos no sabían todavía que podía ser.
Empezaron los análisis médicos, el último será una endoscopia este miércoles 17, pero ya están llegando los resultados. El día 19 de octubre fuí a una cita que tenía con el cirujano, cuando me vió lo primero que dijo fue: ¿cómo le hizo? y, como yo no entendía su pregunta me mostró los resultados de los análisis del día 3 de octubre cuando entré al hospital comparados con los de ese día.
En los primeros resultados todo estaba fuera de parámetro, nada estaba ni siquiera cerca de los límites máximos o mínimos, pero en ese último estudio todo estaba dentro de lo normal, por eso la pregunta. Cuando le contesté al médico, le dije que le pedí a Dios y seguí sus instrucciones, él me dijo: "no, solamente fue Dios, lo que usted tenía era irreversible y ahora todo está en orden" y empezó a citarme un pasaje de la Biblia para animarme, y saben, ahí estaba Dios.
En estos días que me han entregado otros resultados, ha sido una gran bendición leerlos, ya que todo está normal, hígado: normal, levemente inflamado sin lesiones, vesícula: normal con cálculos de colesterol, bazo:normal, páncreas: normal, riñones: normales, otros análisis indican que están dentro de los parámetros normales.

Solo falta algunos detalles que los médicos analizarán, pero cada día que me hacen análisis o me entregan resultados Dios está ahí, él está cambiando todo en bnediciones. Todavía me espera una operación de vesícula que casí es un hecho que en menos de un mes se efectúe, pero sigo poniéndo mi esperanza en Dios, seguramente Él cambiará todo en bendición que salte para vida eterna.

Durante estos días Dios me ha bendecido enormemente a través de mi familia, y de mis hermanos y hermanas de la iglesia Príncipe de Paz, Peniel, El Divino Salvador, Sión, Gethsemaní, la Sinagoga de la col. Del Valle (mesiánica), y del Presbiterio Netzer, le pido a Dios les multiplique bendiciones sobre cada uno de ellos y ellas.

martes, 6 de julio de 2010

¿Qué le pedirías a Dios si supieras que mañana vas a morir?


¿Que harías si sabes que vas a morir mañana? ¿Ver todo lo más posible? ¿Oír, oler, comer, sentir, apreciar, lo que más se pueda? ¿Pasear, visitar la mayor cantidad de lugares? ¿Hacer lo que no hiciste en el pasado? ¿Qué harías?


Yo te quiero platicar de alguien que lo que hizo fue, orar, hacerle a Dios la petición más importante de su vida, y vaya que seguramente tuvo muchísimos momentos tan difíciles en su vida, pues nació en 1910. ¿Qué le pedirías a Dios? Quizá le pedirías que te diera más vida, que tal unos cinco años más, o le pedirías que tu muerte no fuera tan dolorosa, o que fuera rápida.


Yo conocí a alguien que teniendo ya algunos años de no estar en plenitud de sus facultades mentales, y que Dios le concedió momentos de lucidez un día antes de morir, y enfrentándose a este momento, oró y sencillamente dijo: "Dios, mi Padre, bendice a mis hijas, bendice a mis hijos, bendice a mis nietos, bendice a mis bisnietos, bendice a toda mi familia", y tuve el privilegio de estar incluido en esa bendición pues era mi abuela, "Abuelita Conchita" como le decíamos sus nietos, su nombre Concepción Escalante Narvaez, quien falleció a los 99 años 6 meses este domingo 4 de julio del 2010, aunque en realidad, recibió su ganancia, pues vivió para Cristo y murió para Cristo, ahora vive con Él.



Eso hizo mi abuelita, postrada en cama desde hace muchos años, invidente desde hace tres, con problemas para reconocer, reflexionar, diferenciar entre los recuerdos de la primera infancia y la realidad actual, incapaz ya de alimentarse por sí misma, siendo alimentada por una sonda en su traquea, sin poder caminar por la debilidad de sus piernas, pero siempre en medio de sus circunstancias refugiándose en los salmos memorizados durante su vida cristiana, y en los cantos aprendidos cada domingo en los cultos en su iglesia, a los cuales nunca faltó sino hasta que su salud se lo impidió, una cristiana fiel, sencilla, perseverante, pero sobre todo amando a Dios con todo su corazón.



Todos sus familiares consanguíneos y políticos la vamos a extrañar, pero nos deja el testimonio de una vida, que desde que se entregó a Jesucristo tuvo, de intercesión por su familia, y que en los últimos momentos siguió con ese clamor lleno de amor, cuando frente a la muerte, y siendo llevada por Dios a tener conciencia plena, lo único que le pidió a Dios, en la oración más importante de su vida fue "Dios bendice a toda mi familia", por lo que la familia completa clamó: "Dios, gracias por Conchita".

viernes, 2 de julio de 2010

El tiempo pasa y seguimos igual.


Hoy, decidí escribir una pequeña nota sobre el mundial de futbol, porque aunque es solo un deporte, nos permite ver situaciones de las cuales podemos aprender mucho.


Hoy, la selección de Brasil, jugó olvidando los principios bíblicos que en un 80% aproximadamente sus jugadores conocen y principalmente los más famosos del equipo, pues son cristianos. Seguramente tendrán muchas esneñanzas en estos días, y aunque solo es un evento deportivo, cuánto darían ellos por regresar el tiempo y cambiar la forma en la que jugaron porque anhelan -seguramente- haber pasado a semifinales.


Con la selección de México las circunstancias aunque son diferentes, cuando menos en una, es similar a Brasil, hay que esperar otros cuatro años para el próximo mundial de futbol, ya somos historia. Los aficionados han acuñado una frase que nuevamente describió su actitud: "jugamos como nunca y perdimos como siempre", aunque en realidad me gustó más la apreciación de un amigo pastor: "no es que la selección no sepa perder, en realidad no sabe ganar".


Cada cuatro años sucede los mismo, hay que esperar al siguiente mundial para ver si podemos hacer algo, el tiempo pasa y seguimos igual. Algunas iglesias (con todo respeto, en realidad esto es una formalidad solamente) están como la selección, el tiempo pasa y siguen igual, nada cambia, nada mejora, nada empeora, todo se sigue haciéndo como siempre, con los de siempre, y los espectadores siguen expectantes.


Hay una gran lección en todo lo que se ve bajo el sol que -aunque como lo diría otro amigo pastor: "perdió Brasil, nada nuevo debajo del sol"- nos puede dejar muchas enseñanzas. El pasado, ya pasó, nada se puede hacer por cambiarlo (se perdieron los partidos), el futuro es incierto, no sabemos si lo viviremos (no sabemos si estaremos vivos para el próximo mundial), el presente es lo único que nos queda (los que ganaron, siguen en el mundial, ese es su presente), por eso hay que aprovecharlo, vivir al máximo cada momento, amándo a Dios, amándo al prójimo y gozándo esta vida con la que Dios nos bendice hasta este momento.

martes, 25 de mayo de 2010

NO LO DIGAS ¡HAZLO!


Cuántas veces hemos regresado de la iglesia, llenos de emoción por que Dios nos habló de tal manera que queremos compartir a todos los cambios que planeamos hacer en nuestra vida, comentamos los detalles, prometemos, juramos y en menos de lo que pensamos (o haciendo alusión al hecho bíblico, en menos de lo que canta un gallo) fallamos, dijimos que ibamos a hacer pero no lo hicimos.

Aunque muchas otras veces decimos que sí a lo que Dios nos pide a través de su palabra o invitaciones a trabajar en la iglesia, mínimo a asistir a un evento, a un culto o a participar en un ministerio, pero sabemos que en el fondo no lo queremos hacer.

Jesús en su maestría con la que compartía sus enseñanzas nos lo ilustró con los dos hijos, a los que su padre les pide cariñosamente su ayuda en algo justo y correcto; uno dice que sí lo iba a hacer, pero no lo hizo y otro que fue sincero, le dijo que no tenía ganas de hacerlo, pero reflexionando, se arrepiente y lo hace.

Los dos eran sus hijos; a los dos el que se les acerca es su padre, no ellos a él; a los dos les habla cariñosamente (el término griego para hijo así lo indica); a los dos les pide algo justo. La diferencia no está en el Padre sino en cada hijo. Uno, era (como los fariseos) de los que dicen y no hacen -según las propias palabras de Jesús-; el otro aunque no tenía las ganas, ya que realmente lo que buscaba hacer era su voluntad y no la voluntad de su Padre, meditó, reflexionó y sobre todo se arrepintió y prefirió hacer la voluntad de su Padre antes de su voluntad.

Cuando nos enfrentamos a esta narración irremediablemente nos tenemos que comparar con alguno de los hijos ¿tu eres de los que dicen y no hacen? ¿eres de los que ni dicen ni hacen? mejor NO LO DIGAS ¡HAZLO!

martes, 18 de mayo de 2010

¡HAZLO SEGÚN TUS FUERZAS!

Todo lo que te viniere a la mano hacer, hazlo según tus fuerzas. A veces pensamos que Dios se la pasa simplemente descansando, que está recostado contemplando su creación. Esta frase que encontramos en el libro Eclesiastés nos muestra que no es así.

Dios nos pide que aprovechemos bien nuestra vida, ¡estamos vivos! Eso es lo importante. ¿Qué es mejor? ser alguien poderoso pero muerto o ser alguien no tan poderoso pero vivo. Eclesiastés nos dice que es mejor ser "perro vivo que león muerto".

Todo lo que tengas por oportunidad para hacer hazlo. Cuando pasa el tiempo nos arrepentimos de todo lo que pudimos haber hecho y no lo hicimos; el pasado ya no se puede arreglar, pero lo que hoy tienes por delante por hacer, que es mucho, dice Dios, hazlo, hazlo teniendo solo este parámetro: según tus fuerzas.

Eso hace el que es sabio, no te compares ni con los más débiles ni con los más poderosos, no te compares ni con los más ricos, ni con los menos ricos; Dios dice hazlo según tus fuerzas. Hay sabios que así lo hacen y esto los hace más sabios, aún cuando a los demás les parezca que no es bueno lo que hacen. Dios dice que es mejor ser sabio que ser poderoso, ser sabio que ser rico, porque no necesariamente el que es rico es sabio ni el que es poderoso es sabio, por eso, todo lo que puedas hacer ¡hazlo según tus fuerzas!

lunes, 10 de mayo de 2010

OIDORES O HACEDORES


"Yo más que regalos y flores quiero que me obedezcan". Es lo que las mamás piden en su día, que sus hijos/as las hagan sentir bien, hagan lo que ellas les piden. Es bueno darle a las mamás flores y regalos pero además hacer lo que ellas nos piden.


Dios dice: "Yo más que rituales y ceremoniales externos, lo que quiero es que me obedezcan". Eso lo comprendió muy bien Santiago el hermano de Jesús, ya que nos recuerda con mucha precisión que tenemos que ser "hacedores" de la Palabra de Dios y no simplemente "oidores". La razón es que quienes son solamente oidores se engañan a sí mismos, y son personas que no ponen atención ni esmero en lo que hacen y por lo tanto viven una "religiosidad" vana, engañosa, irreal.
Todo aquel que escucha atentamente la Palabra de Dios y busca vivirla, practicarla, hacerla es una persona "bienaventurada", es decir plenamente dichosa, empezando porque vive una relación viva y real con Dios, ha superado toda religiosidad que solo busca cumplir rituales externos, ha llegado a ser un hacedor, porque tiene la convicción de que lo que Dios quiere es lo mejor para él, o ella.
Escuchemos con todos nuestros sentidos lo que Dios nos dice, dejemos que la semilla del evangelio sea sembrada en nuestras vidas, con sabiduría e inteligencia, conozcamos, creamos y vivamos la Palabra de Dios.

Datos personales

Mi foto
Ciudad de México, Distrito Federal, Mexico
MI VISIÓN ES GOZAR Y COMPARTIR LA GRACIA DE DIOS
Dios, genera y regenera; crea y recrea; forma y transforma.


Blog de la Iglesia Sión